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Como dioses

  • alexisreyescruz
  • Jul 2, 2019
  • 8 min read

El mundo en el que vivimos hoy día es un mundo que pide a gritos hombres y mujeres que sirvan de ejemplo ante una sociedad cuyos valores van a la deriva. Personas líderes que nos enseñen el camino por medio del ejemplo.


¡Cuán diferente sería este mundo si hubiera más personas que sirvan contrario a desear ser servidos! Lamentablemente hemos caído en el error de otorgarle el poder a personas en el gobierno que lo que vienen es a servirse ellos mismos y a sus amigos del alma. Personas que contrario a servir a su gente, a su pueblo y a sus conciudadanos se han servido con la cuchara grande en beneficio propio o de los suyos exclusivamente. Una nación cuyo fundamento se ha sido erguido bajo la siguiente proclama: “In God we trust/En Dios nosotros creemos(confiamos)”, camina en sentido completamente contrario a lo que afirma esa frase. El Jesús que me enseña los evangelios, es un hombre que sirve, que ama, que abraza, que hace justicia, que le importa el pobre, que se interesa por el extranjero, que respeta la diferencia y extiende sus brazos al que ha caído.


Encontramos en la Biblia en Mateo 24:10-12 NVI lo siguiente: “En aquel tiempo muchos se apartarán de la fe; unos a otros se traicionarán y se odiarán; y surgirá un gran número de falsos profetas que engañarán a muchos. Habrá tanta maldad que el amor de muchos se enfriará,…” Hoy estamos viviendo lo que esta palabra nos narra, aunque no en su totalidad. Ciertamente el amor se ha enfriado, cada vez la tolerancia, el respeto, el compañerismo y la empatía son valores en peligro de extinción pero existe un grupo de personas que nos negamos a que esto se haga una realidad en su totalidad. Entre las personas que se niegan a esto hay tanto cristianos, católicos, musulmanes, budistas, etc e incluso ateos que luchan día a día porque prevalezca el amor. Gente consciente de que el amor se muestra por medio del servicio, por medio de utilizar lo que tenemos no tan solo para el beneficio propio sino para el beneficio de otros.


En el Salmo 115 encontramos una fragmento que dice de la siguiente manera: “Tienen boca pero no pueden hablar, tienen ojos pero no pueden ver. Tienen oídos pero no pueden oír, y tienen nariz, pero no pueden oler. Tienen manos pero no pueden sentir, tienen pies pero no pueden caminar, y tienen garganta pero no pueden emitir sonidos.” Aunque este fragmento surge en respuesta a la burla constante de la que eran víctimas todos quienes profesaban adorar y creer a Dios, el pueblo pagano solicitaba al pueblo creyente que le mostrase a su Dios ya que estos no tenían figura/escultura alguna representativa del mismo, contrario a ellos que tenían estatuas de todos y cada uno de sus dioses. Sacaré de contexto el fragmento para reflexionar sobre el mismo estrictamente en lo que se lee.


En una era donde se exalta tanto la figura humana como la máxima creación de Dios, una sociedad que nos empuja al individualismo, a exaltar la figura humana y que como principal regla de vida invita a que nos enfoquemos en nosotros mismos. Es en ese momento en que nos volvemos tan centrados en nosotros mismos y nos olvidamos de aquel que está a nuestro lado, que nos olvidamos incluso del compromiso que debiéramos tener incluso con el ambiente, es precisamente ese momento en que dejamos de ser gente para volvernos estatuas frías que no sirven de nada. Cuando soy partícipe de la injusticia “siempre y cuando yo no salga perjudicado y no me afecte a mí”, cuando pienso solo en mi crecimiento como persona y profesional (y no estoy en contra de que uno se supere y salga adelante, todo lo contrario aprenda, crezca, supérese pero sirva a los demás donde sea que llegue o con lo que alcance) me vuelvo un ser de poco provecho. Todo lo que hagamos debe ser en beneficio no tan solo a mí, sino que busque servir, beneficiar y contribuir a mi prójimo. De lo contrario nos hemos vuelto igual a los ídolos. Con manos, pies, ojos, nariz, boca que no nos sirve de nada el tenerlas si no son utilizadas de manera correcta. Glorifica a Dios con lo que tienes y da honra a Dios con lo que haces.


OJOS

¿De qué sirven tus ojos si no eres capaz de apreciar las bellezas que Dios ha creado para Ti? ¿De qué sirven tus ojos si no eres capaz de ver la injusticia y accionar a la misma? ¿De qué sirve la vista cuando no es capaz de ver la necesidad a tu alrededor? ¿De qué sirve la vista cuando nos hacemos de la vista larga ante la necesidad que se nos cruza de frente? ¿De qué nos sirve la vista cuando no podemos mirar con ternura, compasión y amor a la gente y a la creación? No sirve de nada tener ojos cuando no somos capaces de ver… Jesús en los evangelios nos muestra la manera correcta de mirar a la gente.


OÍDOS

¿De qué sirven tus oídos si solo están prestos para escuchar el chisme? ¿De qué sirve tu oído si no es capaz de escuchar el gemir de la naturaleza clamando por justicia ante las atrocidades por la cual la sometemos? ¿De qué te sirve el oído cuando no es capaz de escuchar al que necesita desahogarse porque necesita hablar con alguien? ¿De qué te sirve el oído cuando no es capaz de escuchar las críticas constructivas que buscan el que mejoremos como personas? ¿De qué te sirve el oído cuando te niegas a escuchar el llamado de Dios a tu vida? ¿De qué te sirve la audición si no es capaz de escuchar la dulce voz del ser humano maravilloso que se encuentra a tu lado?


BOCA

¿De qué te sirve la boca si está muda en contra de la violencia, la injusticia y el maltrato? ¿De qué te sirve la boca si solo destruyes con la misma? ¿De qué sirve tu boca si solo sirve para criticar, juzgar, quejarse y condenar?


Santiago 3:6-10 RVR1960

"Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así."


Esto no debe ser así en definitiva… ¿De qué te sirve la boca si no es capaz de dar palabras de aliento, de apoyo, de sostén, de amor y de empatía? ¿De qué sirve nuestra boca si no es capaz de expresar gratitud a Dios por sus bendiciones del día a día? ¿De qué nos sirve la boca si no es capaz de dar gracias a otros por los gestos de amabilidad y servicio que nos brindan?


PIES

¿De qué sirven tus pies si no son capaces de llevarte a donde está la necesidad? ¿De qué te sirven tus pues cuando te llevan a tropezar constantemente en el error? ¿De qué te sirven tus pies cuando con ellos pateas la necesidad? ¿De qué te sirven tus pies si solo los utilizas para pisotear la dignidad y la moral de tu prójimo? ¿De qué te sirven los pies si con ellos no puedes correr hacia quienes amas?


MANOS

¿De qué te sirven las manos cuando no son capaces de extenderse para sacar a alguien del hoyo en el que han caído? ¿De qué te sirven tus manos cuando solo sirven para agolpar, maltratar y herir? ¿De qué te sirven las manos si no son capaces de abrazar? ¿De qué te sirven las manos si con ellas no puedes acariciar a tus seres queridos? ¿De qué te sirven las manos si solo sirven para señalar las faltas del otro? No seamos parte de las estadísticas. Amemos sin límites. Sirvamos sin límites. Para quienes somos creyentes, nuestra meta es el servicio a otros y por medio de esto honramos al Dios que nos creó.


Colosenses 3:23-25 RVR1960

"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas."


Jesús, la tarde que estuvo sentado con sus discípulos en la cena, esa tarde mientras compartían se quitó su manto y comenzó a lavar los pies de sus discípulos y mencionó estas palabras cuando hubo terminado encontradas en S. Juan 13:12-17 RVR1960 que dice: “Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.”


Cuando servimos somos verdaderamente felices. Te puedo asegurar que no existe sentimiento más gratificante que el servir a otros. No seamos como los ídolos, seamos como Jesús. Utilicemos nuestro cuerpo entero para glorificar a Dios con él. Jesús, a través de los evangelios nos muestra sus enseñanzas, su servicio, entrega, su amor, su protesta ante las injusticias, el cómo hacer el uso correcto de lo que nos ha dado. Bien lo dijo en S. Mateo 25:35-40 RVR1960: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”


“Tú puedes gastar tu vida de cualquier forma que desees; pero solo puedes gastarla una vez”

- Pastor Carlos Vélez


“El valor de la vida no reside en la cantidad de días vividos, sino en el uso que le damos a esos días. Un hombre puede vivir por mucho tiempo, pero no tener vida”

- Michael Eyquem DeMontaigne


Tienes una sola oportunidad de hacer lo correcto. ¿Por qué no utilizar el tiempo de la mejor manera? No tan solo luchando por nuestros sueños y metas, sino que a la vez bendiciendo a otros por medio de lo que logremos alcanzar. No como ídolos sedientos de pleitecía, sino como servidores sedientos de bendecir y ayudar a otros.


Te lanzo el reto a ser capaz de mirar las bellezas de la vida, de ser capaz de mirar a los ojos a la necesidad (y suplirla), a prestar tu oído a aquellos que necesitan desahogarse, a usar la boca para exaltar, agradecer, bendecir y alentar a otros. Te reto a utilizar tus manos para extenderla al que necesita, te reto a abrazar y a utilizar tus pues más allá de caminar sino para que corras hacia aquellos que necesitan de ti.

¿Aceptas?

 
 
 

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